Un Muñeco que se reinventa
- Fabricio Briongos Heredia
- 7 sept 2017
- 2 Min. de lectura
Marcelo Gallardo, un ejemplo de líder. Aferrado a un estilo de juego pero para nada encaprichado a la hora de tomar decisiones difíciles.

Como jugador fue muy querido, pero como técnico, el "Muñeco" se logró meter de lleno en los corazones riverplatenses.
Esta historia de amor comenzó como una de incertidumbre. River venía de salir campeón de la mano de Ramón Díaz, justamente el técnico más ganador en la historia del club.
Lo cierto es que las dudas se transformaron en certezas, y el apellido "Gallardo" comenzó a ser sinónimo de buen juego dentro de los pasillos del Monumental.
Para ganar una guerra, a veces hay que perder una que otra batalla, y en base a eso, Napoleón tuvo que tomar decisiones difíciles. Arriesgó un torneo que casi estaba ganado, y se jugó todo en unas semifinales inciertas. Se enfrentaba al rival de toda la vida, y su barco supo salir a flote. Ganó agónicamente un partido complicadísimo, se metió en la final con muestras de carácter y buen juego, y River se coronó campeón internacional después de mucho tiempo.
Los desafíos no terminaban para nada. River jugaba el certamen más importante del continente, y a Gallardo no le temblaba la mano. Sacó la galera, agarró la varita, y desde el banco hizo magia nuevamente. Ésta vez no con tanta lucidez a la hora de analizar el juego, pero si con un carácter, decisión y compromiso que se necesitan para lograr algo tan importante como ser campeón de América.
La historia se fue escribiendo, los jugadores se iban, otros venían y el equipo siempre se fue reinventando. Ningún tropezón fue caída, y siempre el River de Napoleón se levantó.
Arriesgó un Superclásico, le hicieron 4 goles de local y todos cuestionaron su capacidad. ¿Fin del ciclo? decían algunos... Lo cierto, es que cuatro días después Gallardo lo hizo de nuevo. Su equipo demostró personalidad, y nuevamente se coronó, ésta vez en la Copa Argentina. El premio fue doble, el "Millonario" obtuvo otro título, pero aparte consiguió la clasificación a la Libertadores, torneo que actualmente juega. Para afrontar ésta competencia, se contrataron jugadores de calidad como Enzo Pérez, Ignacio Scocco o Javier Pinola, y otras grandes apuestas a futuro como Nicolás De La Cruz o Rafael Santos Borré. Lo cierto, es que River sigue sin encontrarle el rumbo a su equipo. No logra de mostrar ese lujoso juego que tuvo en su momento, y todo el ambiente futbolero se vuelve a plantear la misma pregunta... ¿Es el final de un ciclo, o Gallardo lo hará de nuevo?
Nota realizada por: Fabricio Briongos Heredia
Twitter: @FabriBri31
Foto: Clarín.
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